jueves, 8 de septiembre de 2016

Newton y sus muertos

Columna Motu proprio de Ventura Cota y Borbón III
El barco camaronero “Mariano Pérez X”, sucumbió ante la negligencia de alguien; lamentablemente esa desidia dejó un saldo de cinco pescadores muertos.

A estas alturas no hay elementos suficientes como para responsabilizar a alguien en concreto. Es decir, ponerle nombre(s) al (los) causante(s) de la tragedia –descartando a Newton-, ya es ocioso; sin embargo y aunque suene contradictorio, sí es imperativo deslindar de tal acto a quienes podrían ser culpables de la desventura.

El Capitán de Puerto de Mazatlán especula –así debe decirse-, que en virtud de la experiencia del patrón del barco siniestrado de apellido Elenes, en su opinión se “confió y de manera temeraria intentó ganarle al fenómeno meteorológico…”

Pero, presuntamente hay evidencias que muestran la insensibilidad de un funcionario –éste también Capitán de Puerto de Los Cabos, BCS-, al negar el permiso a la nave, argumentando el mal servidor público, que no es un puerto de refugio, por ser de turismo…[sic].

De ser ciertas ambas elucubraciones, es decir si la experiencia del capitán del barco camaronero le hizo confiarse y arriesgarse, ya no hay remedio. De ser cierto que se le negó amparo por parte de la autoridad portuaria; él debió desobedecer y atracar aunque después hubieran llegado las sanciones. Era cuestión –como lo fue al final-, de vida o muerte.   

Lo que sí debe ser un hecho, es que la autoridad correspondiente debe investigar y deslindar responsabilidades; y en caso de existir un culpable, proceder en consecuencia y sentar precedentes para que de presentarse de nuevo esa situación, quienes son responsables de áreas tan importantes como lo son precisamente las capitanías de puertos, la piensen antes de emitir órdenes que deriven en consecuencias lamentables.

Cinco muertos es el saldo conocido de Newton, demostrando una vez más que contra natura no se debe jugar.

He dicho.